El valor de la música tiene una infinitud, que el hombre no puede dejar de mencionar aquellos recuerdos que no pasarán al olvido, aun venga generación por generación, que son plasmadas en el alma y el corazón, como sello de amor.
Por Elky Cardenas.
Por Elky Cardenas.
Cuando se arrastra la pasión de insatisfacción, recurre a la música, que aquella ensoñada de voz angelical, y sin mirar a quien, te venera como aquella vez que naciste para servir y ser lo que eres.
Nacer mil veces, es nacer hoy, cantar, bailar, reír, saltar, gritar, llorar, testificarás que eres feliz, con sensaciones que mucho lo pasan de desapercibido, verdad, que con la música no hay mucho que pedir, sino más bien percibir para ser conquistado, con facilidad a un mundo que nos rodea.
Sin duda vale la pena conquistar, aquel que no es conquistado, esto le dará mucho valor, para que empiece a dar pie a su cometido que tiene en mente.
El valor de la música tiene una infinitud, que el hombre no puede dejar de mencionar aquellos recuerdos que no pasarán al olvido, aun venga generación por generación, que son plasmadas en el alma y el corazón, como sello de amor.
Elkycha “Chaskañahui”, su mejor deseo, es compartir música a un mundo lleno de adversidades, desalientos, indolencias que se convive en mentes negativas y egoístas para sí mismas. No congrego con ustedes, sin música y sin imaginación creativa.